viernes, 1 de abril de 2016

LAS CASAS ICEBERG DE LONDRES

La normativa urbanística en los barrios clásicos de Londres, ha permanecido prácticamente invariable desde el siglo XVIII prohibiendo modificar cualquier elemento arquitectónico exterior en las edificaciones. A la hora de querer aumentar la superficie de los edificios sin alterar su aspecto original, los propietarios han optado por hacerlas crecer varias plantas hacia bajo, dando lugar al fenómeno conocido como las “casas iceberg”.
En la mayoría de los casos, los sótanos triplican la superficie de la casa, convirtiéndose en búnkeres donde se puede encontrar desde spa de lujo hasta impresionantes garajes y museos para guardar coches clásicos y deportivos. Estos proyectos, en muchos casos faraónicos, se han convertido en la gran obsesión de los londinenses más adinerados que están construyendo auténticas “mini ciudades” bajo sus casas; salas de cine, bodegas, discotecas, pistas de tenis, piscinas y parking son los usos más extendidos en los sótanos.
Aunque la ley es extremadamente restrictiva respecto a las construcciones en superficie, la ausencia de leyes para el subsuelo y excavación de sótanos es significativa; este vacío legal ha permitido que en los últimos cuatro años se haya aprobado más de 800 proyectos de extensión de sótano en todo Londres.
Si paseamos por Notting Hill, Chelsea, Kensington o Knightsbridge, podemos observar en muchas viviendas y edificios singulares, las cintas transportadoras que recogen los escombros para la construcción de los nuevos sótanos. 
Uno de los usos más habituales para los sótanos es el de garaje donde colocar los coches de la familia o bien lugar para albergar colecciones de coches de época o deportivos; para este uso algunas mansiones resuelven la comunicación a través de rampas, aunque en la mayoría de los casos para no perder espacio se recurre a montacargas, elevadores y plataformas.
A nivel popular gozan de mala fama al ser consideradas como símbolo de especulación bajo tierra, aunque lo más preocupante son los peligros derivados de las perforaciones masivas en el subsuelo de piedra caliza roja de la ciudad de Londres, que se está convirtiendo en una red de cavernas artificiales y laberinto de sótanos. Como consecuencia los derrumbes de edificaciones colindantes cada vez son más frecuentes; artículos y periódicos como TheSydney Morning Herald llevan tiempo alertando de la situación.
Para la ciudad también tiene consecuencia directa de la creación de estos espacios invisibles subterráneos. La percepción visual de los distritos más elegantes de Londres, ha cambiado con el uso de los sótanos, aunque a nivel formal los edificios permanezcan inalterables, la menor habitabilidad de las zonas superiores provocan en algunos lugares la sensación de encontrarnos en una calle fantasma, con pocas ventanas iluminadas durante la noche o abiertas durante el día.
En el siguiente enlace podemos ver los planos de algunas de estas casas: Planos de casas iceberg de Londres

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